Doy gracias a mi PADRE CELESTIAL por la oportunidad que me ha dado de conocerle un poco más a través de mis hermanos en este viaje a Colombia; donde, con solo disponer el corazón y tomar la decisión de aceptar su invitación, EL lo hace todo. No hubo economía, familia, salud o cualquier otra situación que impidió se cumpliera su voluntad y su propósito para ir a servirle.

Fue para mí aceptar una misión especial de su ejército. El día de evangelización cada quien tomó su posición y nadie fue más o menos, durante la alabanza todos marchábamos a una voz, firmes y unánimes. La palabra que se compartió fue la voz directamente del PADRE hablando a todos sus hijos diciendo con tanto amor: NO TEMAS!! Por todo lo que vendrá.. Pude ver que la manifestación de su poder es cada vez más en el interior que por fuera.

El día de gracias en cambio, fue un mover más dulce en cada himno y a la vez oír la voz del ESPÍRITU en las letras de los himnos diciendo: con los redimidos al Cordero alabaré! Compartimos con sencillez de corazón las mesas, principalmente con los hermanos de Colombia y pude recibir el amor del PADRE hacia una hermana de allá como si fuera mi propia madre o más, para ponerla en SUS manos de aquí a la eternidad.

No regresamos igual de cómo fuimos mi hija y yo, y estoy segura que para muchos este evento fue un parte aguas del que fuimos fortalecidos, restaurados, renovados y bendecidos para ahora compartirlo con los que vienen y los que en un mismo Espíritu estuvieron desde lejos en oración. Gracias a cada hermano que compartió allá su vida con nosotras y permitió que su CRISTO resplandeciera en ellos!

DIOS nos permita vivir día a día de esta forma dondequiera que EL nos tenga.

Los amo,
Isaura Ortiz y Samarah!